sábado, 26 de janeiro de 2013

Poema Donde El Poeta Juega Ajedrez Con Su Amada y cuenta cómo pierde la partida Las blancas para ti -luego tú sales- y para mí las negras. Lo sabía. Palabra, amor, palabra que tenía negras la consonantes y vocales. Hay un poco de luna en los cristales y otro poco de luna en mi alegría… Volveré al juego amor… Me distraía y no sentí tus tiros verticales. Alfil que ataca, torre que se entrega. Caballo blanco… ( ¿Whisky? ) ¡No te digo que no está mi horno, amor, para el combate! Reina que avanza, Rey que se doblega… Y de pronto me miras -dudo, ¿sigo?- recto hacia el corazón… Y jaque mate


Nenhum comentário:

Postar um comentário